¿El rock no es cultura? Para el presidente Alejandro Toledo la imagen no lo es todo. No sólo le importa cómo lo ve el pueblo peruano, también le importa cómo lo escucha. Su nuevo vocero es Carlos Urrutia, quien es también su asesor en asuntos políticos. Hacia diciembre del año pasado, Urrutia era director del IRTP, organismo que controla la radio y televisión del Estado. Si el 31 de diciembre, el ahora flamante vocero de Toledo hubiera sintonizado Radio Nacional para escuchar noticias sobre la visita del Presidente al lugar de la tragedia de Mesa Redonda, se habría llevado un chasco. Averoq, el programa de rock nacional que conducía Piero Bustos se encontraba en plena transmisión de año nuevo, en el horario de 6 a 8 pm que le había sido asignado ese día por falta de personal en la radio. Chacón de tu Drema, Dale Vuelta, los Ácidos y otros exponentes del rock alternativo peruano hacían escuchar sus voces de protesta. Entre canción y canción, Piero Bustos y sus invitados en la cabina daban sus opiniones sobre la tragedia, que no eran precisamente lo que a Toledo le hubiese gustado escuchar. Quince días después, Averoq, luego de casi un año de existencia, salió del aire.
LAS CUATRO CANCELACIONES Este es uno de los cuatro casos de cancelaciones de programas de rock peruano que por alguna extraña casualidad fueron eliminados de la programación de Televisión y Radio Nacional. Cada uno tiene una historia parecida, pero recibieron excusas distintas. La cancelación más voceada fue la del programa Distorsión, que conducía Pedro Cornejo. Alegando bajo rating, la producción de Canal 7 lo levantó del aire en diciembre último. La misma suerte corrió Sábado Chico, otro programa juvenil dedicado a la difusión de rock. Según Carlos Takuri, productor periodístico del programa, la dirección del canal le pidió que incluyera a Ricky Martin en la programación. Obviamente, todo tiene un límite, y Takuri se negó rotundamente. En Radio Nacional había rock para una gran amplitud de gustos. El espacio Zona 103, conducido por Juan Carlos Guerrero, llevaba el rock peruano a las radios del Perú desde hacía más de un año. Él recuerda con mucho orgullo el primer concierto en vivo de un grupo de rock a nivel nacional: "Habían pasado 15 o 20 días del video de Kouri-Montesinos y ya te imaginas pasar un concierto de un grupo reaccionario como Leuzemia, con una propuesta cívica. Nunca antes se había trasmitido rock en vivo. Finalmente, salió el disco del concierto."
La cancelación de su espacio le cayó como chorro de agua helada: "Yo me estaba duchando y me llaman y me dicen no vengas porque no te vamos a dejar entrar. El asesor cultural de la radio, Tulio Mora, me dijo que para el nuevo gerente el rock no es cultura y como el rock no es cultura, el programa no tiene cabida." Sobre el tema del rock como cultura, opina Pedro Cornejo, del fenecido programa Distorsión: "Estoy seguro de que esta gente que dice que el rock no es cultura, le rinde pleitesía a los Beatles. Claro, el rock es cultura cuando se trata de las vacas sagradas, pero el rock no es cultura cuando se trata de rock peruano de bandas que hacen bulla. Como si los Beatles no hicieran bulla al comienzo." CONCIERTO PROTESTA Precisamente con la consigna "El Rock también es Cultura", Piero Bustos, conductor de Averoq, organizó un concierto de protesta frente a Palacio de Gobierno. Piero siente una especial indignación ante lo que él considera un atropello a los jóvenes que apoyaron a los actuales gobernantes para llegar a donde están. El programa que él conducía funcionaba como semillero del rock peruano. Su productora, la escritora Dalmacia Ruiz Rosas explica que "el criterio era instruir, difundir y divertir... Los criterios para seleccionar a una banda era que estuvieran dispuestos a dar una buena audición."
El programa, que iba de lunes a viernes, dedicaba un día distinto a géneros como el rock, metal y techno Además, trasmitía un concierto en vivo a la semana, cada viernes, desde el auditorio de Radio Nacional. Cuando fue cancelado, muchas bandas, algunas de ellas de provincias, se vieron sin un espacio para difundir su música. Precisamente estos rockeros, ignorados por el circuito comercial, fueron quienes se unieron a Piero en su concierto protesta. Representantes de distintas bandas como Psicosis, Cesar N y el Cabaret Fragor y Dale Vuelta se vienen reuniendo hace varias semanas para organizar conciertos de protesta. El primero se llevó a cabo el último sábado. La municipalidad no les permitió tocar frente a Palacio, pero luego de dejar una carta al Presidente de la República, se movilizaron hacia el jirón Quilca, donde se realizó el concurrido concierto -que según ellos no será el último- con la consigna de que el Estado acepte al rock como parte de nuestra cultura, y que le dé el espacio que se merece. INC REDUX El lema "El Rock también es Cultura" no es casual. El Instituto Nacional de Cultura (INC) hasta ahora había ignorado al rock como manifestación cultural. Pero ahora, bajo la dirección de Leonor Cisneros, quien no duda en marcar distancias con sus antecesores en el cargo, el INC se convierte en el primer organismo del Estado en pronunciarse al respecto.
"El rock no sólo constituye la diversidad cultural sino que ha logrado la asimilación de las diferentes identidades culturales de los diferentes tipos de clases sociales" afirma Cisneros. Para la directora del INC, ya es momento de que el organismo cultural replantee su política de calificación para la exoneración tributaria. El INC decidía o no qué era cultura y bajo su inapelable criterio, muchos conciertos de rock tenían que sufrir la carga de elevados impuestos. "El INC era una institución que sólo representaba los intereses de una elite" refiere Cisneros. "La ley condiciona la exoneración a la calificación del INC y no queremos que esto continúe" afirma. La directora del INC asegura que ya está coordinando el tema con la SUNAT y las municipalidades, pero aún falta mucho por hacer. No sólo se trata de una cuestión de burocracia. Es necesario que el Estado y sus funcionarios tomen en cuenta la importancia del rock nacional como expresión de la juventud y como aporte a nuestra cultura popular. Aunque el Gobierno pretenda no oír su voz. DISFONÍA A CUATRO VOCES:
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